Autora: Monse Reverte
Fuente: DormirSinLlorar.com
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“Si tu bebé tiene más de 18 meses, mama constantemente en la noche y quieres reducir o eliminar las tomas nocturnas, puedes probar esta técnica para conseguir un destete parcial nocturno.No recomendamos la puesta en práctica de esta estrategia (ni ninguna otra que afecte a la alimentación) antes del año, ya que hasta esta edad el bebé se considera exclusivamente lactante y no es conveniente interferir en su alimentación que ha de ser a demanda durante el primer año de vida.
Alrededor de los 18 meses, tu bebé ya tiene la capacidad de entender frases sencillas y puedes intentar enseñar a tu bebé a no mamar por la noche, con nuestro cuento. Leerlo juntos cada noche, poner voces divertidas, escenificarlo, etc. Y cuando le ayudes a a dormir, (o en el primer o segundo despertar) las última frase que debería oír es “Mamá se va a la cama, papá se va a la cama, tu te vas a la cama y la teta duerme…”. Cuando se despierte durante la noche, lo primero que tiene que oír es un amable recordatorio: “la teta está durmiendo…” Esta técnica, como todas las que proponemos también requiere al menos varias semanas de repetición hasta que entienda el mensaje de que el día es para alimentarse y la noche para dormir, pero si eres perseverante acabará funcionando. Si en un despertar se pone muy nervioso y llora reclamando el pecho, puedes encender la luz y despierto del todo recordarle el trato con la teta. A veces funciona, otras no, pero no pasa nada, le das el pecho de nuevo y mañana lo intentas de nuevo. Lo mejor es no forzar la situación. La paciencia y la perseverancia son la clave del éxito.
Observa a tu bebé, él marcará el ritmo. Cuando intentes cualquier técnica de cambio de hábitos en un niño, no persistas con un mal experimento. Observa el comportamiento diurno del pequeño como una señal para ver si el cambio en el estilo de crianza nocturna está funcionando. Si después de varias noches de trabajar en el destete nocturno el bebé es el mismo de siempre durante el día, continúa con el cambio gradual. Sin embargo, si vuelve más aferrado, quejoso o incluso distante, tómalo como una pista de que no lo lleva bien y debes ir más despacio.”
Texto tomado de la web de DormirSinLlorar.com
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