Autor: Ladisciplinapositiva.org
Fuente: La Disciplina Positiva

¿CÓMO SE MANEJAN LAS PATALETAS CON DISCIPLINA POSITIVA? 

Recientemente me hicieron esta pregunta, y me encantará compartir con todos las estrategias que podemos utilizar.

Para empezar, en Disciplina Positiva hablamos de enojo, momentos de ira, rabia…. cuando desde el mismo nombre tú le cambias la perspectiva a un sentimiento que tú mismo -como adulto- tienes, mas fácilmente puedes tener empatía con el otro:

Cuando digo “Mi hijo está furioso!!!” Puedo recordar cuando yo he estado furiosa en la vida adulta, tan molesta que quiero acabar con el mundo, pero no lo hago por que he ganado algo de Autocontrol.  Ahí, uno mismo tiene la respuesta, debo concentrarme en ayudar a mi hijo a generar autocontrol. No es la meta entonces que mi hijo deje de sentir rabia/furia, pues es imposible y lo sé por mi propia experiencia.

En cambio ningún adulto se puede reconocer a sí mismo haciendo pataletas, las pataletas las conceptualizamos como expresiones absurdas, sin razón, exageradas, con objetivos manipuladores, etc. .. y no, no es fácil aceptar que las vivimos en nuestra propia vida adulta, por lo cual es mas difícil empatizar con el niño.

Teniendo esto en mente, y sabiendo que es imposible controlar el comportamiento de otro, hablemos de como manejar la situación, entonces la pregunta sería:

¿CÓMO MANEJO LOS MOMENTOS DE ENOJO DE MIS HIJOS CON DISCIPLINA POSITIVA?

Primero sintiendo empatía, recuerda que los sentimientos no son ni buenos ni malos, todos los tenemos y están ahí porque son útiles. Esto también nos ayuda a tomar distancia emocional, mi hijo está furioso, es un sentimiento de MI hijo, no es nada contra mí. Ese sería el paso dos, tomar distancia emocional, no intentar remediar o eliminar los sentimientos de enojo es una manera de mostrar respeto por lo que nuestro hijo siente.

Hagamos este ejercicio:

Visualicen que ustedes llegan de la calle, venían caminando y pasaron frente a un charco de agua,  en ese momento un auto con dos jovencitos pasa acelerando por el charco y se nota como, a propósito, quieren mojarte con esta agua sucia. El carro se aleja veloz pero casi puedes oír sus risas mientras que sus ropas quedan pegajosas y su piel sucia con el agua… Incluso el cabello les ha quedado hecho un desastre. Ustedes están cerca de casa así que llegan muy enojados, vociferan y se quitan su ropa furiosos en la puerta –no sea que también se ensucie la casa-. En casa está la tía Rosa, quien  les ve discutiendo solos y con su suave voz les dice “Cálmate, no ha pasado nada, sólo debes quitarte la ropa y dejarla en el cesto. ¡Vamos! Vente a jugar ajedrez conmigo” Como se sentirían, quizá por ese autocontrol ganado no gritarían a su tía Rosa, pero de seguro pensarían “¡¡¡Acaso no se da cuenta!!! ¡¡¡Estoy furioso!!! ¡¡No tengo ganas de jugar a nada!! ¡¡Quisiera encontrar esos jóvenes y hacerles lavar mi ropa!!” Así que las buenas intenciones de la tía Rosa solo te han puesto mas molesto.

¿Que pasaría en cambio si la tía Rosa, al vernos tan alterados, nos pregunta qué paso y luego escucha en silencio cómo descargamos todo nuestro enojo, luego en un momento oportuno apoya su mano en la nuestra y nos muestra toda su comprensión a lo que sentimos?

Retomando entonces, las herramientas en los momentos de enojo de nuestros hijos son la empatía,  distancia emocional, cercanía corporal (dar la mano o abrazar) y escucha activa.

Muchos niños pequeños en estos momentos de enojo necesitan descargar físicamente su sentir, por lo cual pegan puños o patadas, si reconocemos que nuestros hijo NECESITA hacerlo, guíalo a lo que sí puede golpear (almohadas, cojines, sillones, muñecos, etc) y  no permitas que te golpee a ti o a otros, así que mientras aprende podrías darle algo de espacio para que no te golpee, firme y amablemente dile que “No permito que me pegues o que le pegues a otra persona, pero puedes descargarte con X cosa”. Cuando nos respetamos a nosotros mismos estamos enseñando a nuestros hijos para cuando en el futuro alguien quiera golpearlos o abusar de ellos de otra manera.

Entre nuestras herramientas de cómo prevenir un gran ataque de ira de nuestros hijos, tenemos:

–       Anticiparse
–       Distraer
–       Modelar el manejo de nuestros ataques de ira
–       Crear un espacio para relajarse
–       Tiempo Dentro (en contraposición con el tiempo fuera)
–       La rueda de las opciones de calma
–       Llevar a acuerdos
–       Crear juntos rutinas
–       Entre otras.

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