Autora: Blanca García
Fuente: Crianza En Flor
Tengo un hijo al que ya no porteo, él camina a mi lado o delante con paso pausado, calmo, seguro y alegre ¿En qué momento el tiempo pasó tan rápido?
Lo miro y recuerdo los primeros meses de porteo intenso, de exterogestación en plenitud. De dormir en brazos, de tomar teta en portabebés, de trabajar por horas teniéndolo pegado a mí, de atender a su hermana mayor porteándolo. Tantos instantes, tantos momentos y tantos días que guarda mi corazón de mamá. En esos meses, el porteo vino a satisfacer su necesidad de exterogestación, mi necesidad de sentir su cercanía, mis necesidades laborales y las necesidades cotidianas de mi hija mayor ¿Qué habría sido de mi vida si no porteara? Me vuelvo loca, de seguro. Me vuelvo loca por ausencia de placer y oxitocina constante. Ese olorcito a guagua embriagante, su cuerpito entregado al sueño, los paseos con mi niña de la mano y mi niño en el pecho… uff… que recuerdos tan potentes.
Luego vinieron los meses de sube y baja, entre la exploración y el volver a los brazos. Portearlo enojado porque nos veníamos de la plaza o no podía quedarse jugando en el colegio de la hermana. Portearlo a la espalda y mirar al mismo nivel los árboles, los pájaros, las personas, los perros, los autos, y todo lo que se nos cruzara. Tantas aventuras cotidianas de conciliación trabajo/crianza que vivimos juntos.
Y así, casi sin darnos cuenta, creció, llegando a sus 3 años, adquiriendo un peso que mi cuerpo ya no puede sostener y una seguridad en el paso que ya no necesita brazos. La seguridad está en un abrazo, un beso, en un “sana sana colita de rana” y en seguir caminando tomado de mi mano.
Ahora tengo un hijo y una hija a los que ya no porteo. Su olor y calor ya no están en mi pecho, ya no practico el arte de caminar y dar teta al mismo tiempo. Ahora los veo caminar delante de mí, reuniendo historias que luego vienen a contarme.
¿En qué momento el tiempo pasó tan rápido? ¿Qué recuerdos o sensaciones guardarán mis hijos de sus años siendo porteados? Un día, tal vez, me lo contarán.
Blanca García
Fundadora/Directora Crianza En Flor
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